Comienza unos 6.500 años antes de Cristo y termina con la aparición de la escritura, que coincide con el desarrollo de la metalurgia del hierro. El desarrollo de la metalurgia comenzó con el cobre, pero este metal era demasiado blando, por lo que más tarde fue sustituido por el bronce, una mezcla o aleación de cobre y estaño. Finalmente, se descubrieron las propiedades del hierro y este metal acabó convirtiéndose en el más utilizado para fabricar todo tipo de herramientas.